Gestionar las organizaciones en clave de RSE Holística es como dirigir una orquesta sinfónica. Requiere atención y sensibilidad, tener en cuenta a todos y cada uno de sus componentes, entender sus necesidades y su papel y ayudarles a dar lo mejor de sí mismos, entrando en el momento oportuno, ocupando los espacios que les corresponden y consiguiendo un conjunto mejor que la suma de las individualidades.
Gestionar una organización en clave RSE Holística es como dirigir una orquesta sinfónica (tuitea)
Y la sinfonía en la que se convierte el día a día de la organización es una sinfonía en clave de “C”. No es que sea un enamorado del DO, o quizás sí del DO (pero en inglés, del “hacer”), porque pensar y decir está muy bien. Pero es el “hacer”, son los comportamientos los que realmente transparentan los valores que subyacen a la organización, su ADN, su esencia y lo que al final realmente cuenta, el legado que dejas tras de ti.
En clave de “C” porque muchos de los valores que han de regir el desarrollo de una RSE holística empiezan por “C”.
Así lo han entendido muchas de las organizaciones pioneras y líderes en estos temas. Podéis ver por ejemplo cómo identifica sus valores Corresponsables, o leer un interesante artículo que Jordi Goula escribió en La Vanguardia: “¿Coherencia? no sabe, no contesta” en el que además de hacerse eco de la teoría de las 5 Cs del profesor de IESE Sandalio Gómez, glosa “los siete vicios capitales de los líderes”.
Seguramente nuestra sinfonía de RSE Holística en “C”, empieza por la COHERENCIA. Como bien dice el profesor Gómez, “los valores no están en aire, se concretan, se demuestran en la acción, en el comportamiento y en las decisiones del líder”. Es, por lo tanto, esa coherencia entre lo que se piensa y se cree con lo que se dice y se hace, lo que marca de una forma transparente el conocimiento intrínseco de la esencia subyacente de la organización y de su liderazgo.
Pero lo cierto es que es imposible ser coherente sin tener CLARIDAD. Si quien lidera la organización no tiene claro dónde va, es imposible que lo pueda transmitir a sus equipos. Mal vamos si todo es tan complejo que no merece la pena o no puede ser explicado a todo el mundo, si tenemos demasiados secretos en la organización, si se tiene como muletilla recurrente el “cómo te lo explicaría yo para que lo entiendas rápido”.
Y sin un mensaje claro, sin un hacer participar de la visión de la organización y sin COMPARTIR con todos los involucrados, con todos los grupos de interés, las razones y los anhelos, es imposible que se dé el COMPROMISO que deseamos encontrar en nuestros equipos, en nuestros clientes, en definitiva en nuestros stakeholders o grupos de interés.
Un compromiso que solo nacerá si está fundamentado en la CORRESPONSABILIDAD de nuestras acciones, de nuestras interacciones con el resto de los grupos de interés. Tan solo a partir de la corresponsabilidad y el compromiso puede nacer la CALIDAD perdurable que haga excelentes nuestras propuestas y por tanto aceptadas por todos y en todo lugar.
Así pues es necesaria mucha COMUNICACIÓN – dentro y fuera de la organización – para hacer compartir todos esos mensajes pero también para escuchar, porque esa comunicación no puede ser exclusivamente unidireccional. Ha de atenderse con sensibilidad las necesidades, opiniones y pareceres de todo el mundo a fin de poder tomar las mejores decisiones en base al exacto conocimiento de la realidad. Solo desde el encaje y la COHESIÓN de los diferentes grupos de interés será posible desarrollar nuestra tarea.
Así pues, solo con esos COMPORTAMIENTOS asumidos y conseguidos podremos optar a ganarnos la CONFIANZA y la CREDIBILIDAD necesarias para el éxito y la sostenibilidad de nuestro proyecto en la sociedad, de una forma perdurable.
Tenemos acabada nuestra Sinfonía de la RSE Holística en clave de “C”, en calve de “C” de comportamiento, coherente, claro, corresponsable, comprometido, de calidad, comunicador, cohesivo, generador de confianza y credibilidad.
En Peopleplus!Profit creemos que los comportamientos son la base para analizar las organizaciones. Por eso hemos desarrollado un esquema de diagnóstico, los Indicadores Gandhi, fundamentados en el análisis de comportamientos de la organización. Porque lo que no se mide no se conoce, y si no se conoce no se puede cambiar y mejorar. Y los cambios que deseamos en el mundo han de empezar por nosotros mismos y nuestras organizaciones.
xemagil
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Xema Gil
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